Antes de pasar al servicio de tintorería a domicilio en Mungia, es interesante rastrear los orígenes de las tintorerías. ¿En qué época comenzaron? ¿Qué civilizaciones antiguas las hicieron crecer? ¿Cómo han evolucionado a través del tiempo?
Comienza un viaje por el pasado de la tintorería a domicilio en Mungia. Pueblos antiguos de Persia, China o India ya utilizaban rudimentarios sistemas de tintorería para lavar la ropa. Entre sus principales ingredientes de tintado, estaban plantas e insectos como la cochinilla. Autores como Homero detallan en sus obras las tintorerías de los antiguos griegos.
En la Roma imperial, se crea el concepto de tintorería como comercio, tal y como se conoce en la actualidad. En las ruinas de Pompeya, aparecieron restos de una tintorería. Fullonicae era el término en latín que designaba estos servicios. Las tintorerías romanas se encargaban de atender a grandes ciudades. Lavaban, secaban la ropa y realizaban tintes utilizando productos naturales como pigmentos extraídos de minerales, plantas e incluso de mariscos. Empleaban a un gran número de personas y sus dueños eran personas respetables y de buena situación económica.
Las tintorerías romanas utilizaban como depósitos de lavado enormes tinajas de barro. Se llenaban con una mezcla de agua, orín de animales, arcilla, hierbas y plantas. Las prendas se introducían en estos barreños y los empleados se encargaban de pisarlas para que la mezcla actuase. Después, se escurrían con palos de madera y prensas rústicas hechas con piedras. A continuación, se tendían al sol en la azotea de la tintorería para airearlas y secarlas. La ropa seca se colocaba encima de vapores de azufre para blanquear los tejidos o se utilizaban arcillas blancas. La última etapa era el Pressorium o planchado. Para los clientes de posición alta, las ropas limpias y planchadas se perfumaban con flores.
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